La construcción de Hollywood o Babilonia, una historia de cine americano.



El pasado 19 de enero se estrenó la querida y odiada Babylon de Damian Chazelle. A este director lo conocemos por obras como Wiplash o Lalaland, grandes éxitos que nos dejaron un buen sabor de boca. Y  es por este mismo motivo por el que todo el mundo estaba tan expectante con la salida de la película, que además cuenta con un elenco tan reconocido como Brad Pitt y Margot Robbie;  y con  una aparición especial de nuestro  Spiderman:  Tobey Maguire.

Era el elenco, la historia y el director lo que generó una expectativa tan grande que, una vez salidos del cine, pareció decaer en muchos críticos. Algunos aseguran que Babylon no deja de ser un "cuento estereotipado y exagerado de la época dorada de Hollywood." Bien, nosotras ahondaremos en esta cuestión.

 

Desfragmentando el cirio

Babylon nos cuenta la historia del paso del cine mudo al sonoro, con todos sus cotilleos y dramas del mundo de Hollywood. Si no sabías que en  Hollywood había tantos dramas, prepárate, porque aunque no conozcas las historias vas a entrar de lleno y vas a entenderlo igualmente. Esto es un punto muy positivo en la película. Su guion está hecho tanto para quienes conocen las historias (que entonces disfrutan con la recreación) como para los que no conocían estos dramones (que entonces aprenden algo nuevo). 

El guion es de por sí, un guion convencional propio de Hollywood, con sus reflexiones y diálogos de la época dorada. Es una película para la nostalgia de muchos cinéfilos y trabajadores del sector. Pero, ¿de que nos habla exactamente? 



Muchos críticos parece que se han quedado en la escena inicial, en la que se recrea una de las mayores fiestas de Hollywood a lo exagerado. Y se han quedado con ello como el único punto a criticar. Como si el resto de las dos horas consiguientes se hayan quedado ciegos de todo lo que ocurre después. Babylon en realidad, nos habla del paso del tiempo y de la evolución del cine no solo para sí mismo; sino también para la sociedad que lo consume.

Muchas subtramas, muchos cotilleos

Para hablar de todo lo que sucede en Babylon, vamos a ir despacio,  ya que no deja de ser una película de 3 horas.

La escena inicial tan criticada es también la escena que interconecta a todos los personajes y a todas sus historias. En esta escena se nos narra visualmente el caos que era Hollywood en sus primeros tiempos. El sexo, las drogas, los comportamientos desmedidos...hasta un elefante en un palacio. Son escenas que nos dejan perplejos y que, teniendo en cuenta el sentimiento tan moralista con el que empezó Hollywood no podemos creerlo...Hasta que pensamos en la de actores que han muerto a causa de drogas y entonces ya volvemos a la realidad de esta doble moral que Hollywood ha tenido siempre. 

Una de las escenas que se nos muestran en esta fiesta tiene incluso que ver con uno de los escándalos de Hollywood más escondidos de la historia, en la que un personaje del mundo de Chaplin llamado Fatty, comete un delito que Hollywood esconde por y para siempre. 

Esta escena, que os dejamos para desvelo cuando veáis la película, es el punto de inflexión que concatena el resto de "comicidades" aunque esperpénticas situaciones de la industria: actrices que compiten entre ellas por ocupar un puesto, bajo una mirada completamente sexualizada; personajes obligados a la jerarquía de puestos, los malos tratos del sector, la precariedad de los puestos; los ascensos por contactos, la fama por la fama y el escándalo son algunas de las subtramas que se esconden en la película y que nos cuentan de una forma casi idílica, pero que no lo es.

AÑO 0 AÑO 1



El guion se divide en dos períodos: el antes y el después de la aparición del sonido. 

Antes de la aparición del sonido, los sets de rodaje eran un desastre. El ruido se masificaba por todos lados, aun si había distancia entre exteriores y las escenas se rodaban sin planificación previa alguna. Se rodaba lo que había y se desenvolvía la acción que se pedía en el guion pero sin marcas; porque total, solo se trataba de ver y no de escuchar. Para escuchar se llevaba una orquesta sinfónica el día de la proyección. El sonido como tal de la película era un imposible pensado y durante este período, aparecen también algunos de los  desmadres de la época en cuanto a rodajes y directores crueles. Contado con comicidad, pero con un subtexto necesario para comprender la obra, los sets de rodaje estaban repletos de personas sin conocimiento del cine, con un arma potente en mano capaz de cambiar el pensamiento del espectador aun si nadie se había dado cuenta. 

Cuando llega el sonido, comienza la seriedad. Es increíble el paralelismo entre un set de rodaje repleto de gritos al silencio necesario para la grabación. Con el sonido, empieza a necesitarse el silencio, para que los micrófonos no recojan los gritos de producción o de actores peleándose por cuestiones de su vida personal. Las cámaras hacen ruido al grabar, por lo que aparecen las primeras cabinas de grabación  (en las que sí, hacía muchísimo calor dentro)y las puertas con punto rojo y verde famosas de las películas (que marcan cuando se puede entrar y cuando no a un set). Ahora rodar va en serio, y se precisa que los personajes se sepan tanto el papel como los movimientos y donde posicionarse; por lo que se acabó la concepción de "rodar lo que surja" por una planificación previa. En este punto, el mundo actoral cambia: muchas de las celebridades de la época del cine silente se ven despreciados por sus voces agudas, que no gustan al público. Tenemos en Babylon una recreación de la escena tan famosa de Cantando Bajo la lluvia que habla de esto mismo:


Así, muchas celebridades agotaban su tiempo. Conforme el cine crecía y crecía, también crecían los directores, las montadoras, las producciones...el cine se expandía y los gustos también cambiaban. Muchos y muchas intentaron adaptarse como pudieron pero sin resultado. Babylon nos cuenta todo este proceso, ahondando en el rodaje de la primera película sonora "El cantor de Jazz" (1927) sin olvidar rememorar algunos de los sucesos más trágicos de la historia del Hollywood y sin olvidarnos del progreso, que nos deja un bello montaje final que no va a pasar desapercibido.


EL MONTAJE Y SU HISTORIA 


El montaje y la puesta en escena son dos puntos positivos en el relato. La documentación es minuciosa y la puesta en escena va también unida a la evolución del montaje. Así, vemos como a los inicios no hay ni un solo corte en la película, todo es cámara de toma fija o con travelling e incluso, los cierres de escena son con un fundido o corte a negro, unido y conectado por títulos que nos orientan sobre la época a la que viajamos. Conforme pasa el tiempo y evoluciona la cámara, Babylon también lo hace. La primera vez que aparece el corte marcado es con un monólogo de Jack Conrad (interpretado por Brad Pitt). Pequeños detalles que no dejan de ser un nostálgico guiño al paso del tiempo.

EL DESENLACE

Hemos desengranado así, a pequeñas pinceladas, gran parte de la trama central de la película. Hemos evitado hacer spoilers, intentando ser unas guías más que unas despotricadoras natas para los que se adentren a esta narración sobre los "buenos tiempos de Hollywood." Parece que todo lo que contamos es bueno pero...¿Tiene Babylon algo malo? Pues sí. 



Esto ya como una opinión personal, lo malo que tiene Babylon también parte de que se trata de una película hollywoodiense que tiene su propio sistema de narración, muy diferente al que tratamos aquí en este blog. Está claro que Babylon se cuenta como una epopeya y como una nostalgia hacia los viejos tiempos, y que no hace ninguna reflexión explícita sobre las brutalidades de la época. Muchas escenas son inmorales y se cuentan con comicidad. Y realmente te hacen gracia. Tal y como nos encantaría la sangre de Tarantino. Es otro modelo más de representación y no es para nada un mensoprecio nuestra opinión. el guion es más una descripción cronológica, objetiva y lineal de la historia del cine, que una forma de apelar a las emociones del espectador o  incitar a la reflexión. Es por ello que su desenclace, que nos ha recordado a cierta película que también nos habla de la esencia del cine, nos ha resultado incoherente, ya que tras tres horas sin apelar al espectador, manteniendo el guion en una armonía arquetípica y plana...intenta en un último segundo apelar a nuestras emociones y que vivamos la experiencia tridimensional en un relato que ha sido narrado con cierta bidimensionalidad. 
Con el regalo final que nos hace Babylon en un maravilloso montaje que cierra el concepto era suficiente. Las escenas finales que se nos muestra, una vez pasado el regalo sorpresa que os vamos a mantener en clausura, era más que suficiente y dejaba al espectador en un punto álgido. Aquí, el guion pecó en su final de una sobreexplicación; por lo que al terminar la película nuestro grado de expectación también terminó un poco decaído. Aunque nosotras no ignoramos el gran trabajo que hay detrás, y las horas de aprendizaje y guiños que nos hemos llevado. Recomendamos sin duda ver esta película para comprender la evolución del cine de hollywood, sin olvidar que no fue el único cine que existió ni que existe.

¡Nos vemos en la próxima película!

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